Existe un antiguo refrán que dice "ver para creer", y es que nuestros sentidos son la herramienta principal con la que percibimos y entendemos el mundo que nos rodea. Aprender con los cinco sentidos es una de las mejores formas de retener información de manera significativa y duradera.
El oído es uno de los sentidos más importantes para el aprendizaje. Escuchar de forma activa y prestar atención a los detalles es clave para retener información de manera efectiva. Además, escuchar música mientras se estudia puede ser beneficioso para mejorar la concentración y la memoria.
En el refranero popular encontramos frases que hacen referencia a la importancia del sentido del oído, como "el que escucha consejos llega a viejo" o "mejor es cerrar los oídos a los que no pueden hablar bien".
El sentido del tacto es fundamental en el aprendizaje experiencial. El contacto físico con los objetos y las texturas puede ayudarnos a comprender mejor el mundo que nos rodea. Además, en el ámbito del aprendizaje motor, el sentido del tacto es clave para el desarrollo de habilidades manuales.
Los refranes también hacen alusión a la importancia de este sentido. "Manos a la obra", "tocar madera" o "sobre gustos no hay nada escrito, pero sobre el tacto sí" son algunos ejemplos.
El sentido de la vista es el que más utilizamos a diario, y también uno de los más importantes en el aprendizaje. Ver imágenes y gráficos es una herramienta muy poderosa para memorizar y retener información. Además, el color y la forma pueden ayudarnos a comprender mejor ciertos conceptos.
En el refranero se encuentran varias frases que hacen referencia a la capacidad visual, como "ver para creer", "ojo por ojo, diente por diente" o "en la variedad está el gusto, pero en la necesidad, el ojo derecho".
Aunque el sentido del olfato es uno de los menos valorados en el ámbito del aprendizaje, tiene una gran importancia en la memoria y el aprendizaje asociativo. Oler ciertas fragancias puede ayudarnos a recordar información e incluso a aprender nuevas cosas.
En el refranero popular encontramos frases como "huele a chamusquina" o "huele a quemado", que hacen referencia a la capacidad del sentido del olfato para detectar ciertas situaciones o problemas.
El sentido del gusto es fundamental en el aprendizaje culinario y gastronómico. Además, en el ámbito del aprendizaje científico, probar ciertas sustancias puede ayudarnos a comprender mejor ciertos conceptos.
En el refranero popular se pueden encontrar frases como "saber a qué sabe el vino" o "estar en el dulce aunque sea un rato", que hacen referencia a la importancia del sentido del gusto en la percepción de sabores y la capacidad de disfrutar de las cosas buenas de la vida.