Este conocido refrán nos hace reflexionar sobre la importancia del ejercicio físico en nuestra salud y en nuestro peso. Muchas veces, nos enfocamos en controlar lo que comemos y olvidamos el otro lado de la moneda: la actividad física.
Además de ayudar en el control de nuestro peso, el ejercicio físico tiene muchos otros beneficios para nuestra salud. En primer lugar, reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares como la hipertensión y el colesterol alto. También ayuda a mejorar la capacidad respiratoria y puede ayudar en la prevención de enfermedades como el cáncer de mama y de colon.
En cuanto a nuestra salud mental, el ejercicio también tiene beneficios. Ayuda a reducir el estrés y a mejorar nuestro estado de ánimo. También puede mejorar la calidad del sueño y la cognición. En resumen, el ejercicio no solo es importante para controlar nuestro peso, sino también para mejorar nuestra salud física y mental en general.
Aunque la idea de empezar a hacer ejercicio puede ser abrumadora para algunas personas, existen muchas formas de hacerlo divertido y agradable. Por ejemplo, se puede caminar o andar en bicicleta en lugar de tomar el auto para ir al trabajo o a la escuela. También se pueden realizar actividades en grupo como bailar, nadar, jugar fútbol o practicar yoga.
Si no se tiene mucho tiempo durante la semana, se puede optar por ejercicios de alta intensidad durante períodos cortos de tiempo. Por ejemplo, hacer una rutina de tabata de 20 minutos antes de ir al trabajo o ir al gimnasio.
La cantidad de ejercicio que se debe hacer depende de la edad, el estado físico y otros factores individuales. Sin embargo, en general se recomienda hacer al menos 150 minutos de actividad física moderada por semana o 75 minutos de actividad física intensa por semana.
También se recomienda hacer ejercicios de fuerza al menos dos veces por semana para ayudar a mantener nuestro metabolismo activo y prevenir la pérdida de masa muscular.
Como mencionamos anteriormente, el ejercicio es esencial para nuestra salud física y mental. Si no nos movemos lo suficiente, nuestro cuerpo puede experimentar una serie de problemas de salud. En el corto plazo, podemos sentirnos más cansados, con menos energía y estar más propensos al estrés. En el largo plazo, podemos tener un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, diabetes y otros problemas de salud graves.
Es importante recordar que para tener una buena salud no solo basta con cuidar lo que comemos, también debemos hacer ejercicio físico regularmente. El ejercicio es una parte integral de nuestro bienestar físico y mental y nos ayuda a mantener un peso saludable.
En conclusión, si queremos tener buena salud, debemos recordar que no solo se trata de cuidar lo que comemos, sino también de movernos regularmente.